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El estrés es algo que a veces es inevitable, pero cuando se vuelve constante e incontrolable, puede afectar seriamente a nuestra salud física y mental. En este artículo, vamos a analizar qué es el estrés y cómo puedes tratarlo.
El estrés puede describirse como un estado de alerta máxima. En algunas situaciones, este estado de alerta puede ser útil, pero si el estrés se mantiene durante un largo periodo de tiempo, acaba siendo agotador.
Según una encuesta realizada, el 60% de la población española declara que el estrés afecta a su vida diaria Estos son signos de una grave crisis de salud pública.
Es fundamental prestar atención a los síntomas físicos, como las erupciones en la piel, que nos indican que el estrés es excesivo. Afortunadamente, existen terapias que nos enseñan a afrontarlo.
El estrés activa la respuesta de lucha o huida en nuestro organismo, lo que puede desencadenar diversos síntomas físicos y emocionales. La hipertensión, las palpitaciones y problemas cutáneos como eccemas y erupciones son señales comunes de estrés.
Lee más sobre el estrés a largo plazo, cómo gestionarlo y el estrés relacionado con el trabajo.
Lo que realmente destacó de nuestra terapeuta fue su empatía genuina y su capacidad de comprensión. No solo tenía un profundo conocimiento sobre la neurodiversidad, sino que también compartía experiencias personales que conectaron con nosotros de inmediato, creando un vínculo de confianza desde el primer momento.
Benedetta Osarenk
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Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera hormonas como la adrenalina y el cortisol. Estas hormonas pueden causar inflamación e irritación en la piel, lo que a veces provoca erupciones o empeora problemas cutáneos preexistentes, como el eccema.
Hablar con un terapeuta profesional te dará herramientas para entender y controlar los síntomas del estrés. Incluso si los síntomas son graves, estas herramientas pueden mejorar significativamente tu calidad de vida y ayudarte a enfrentarte mejor al ritmo acelerado de la vida diaria.
Considera lo siguiente:
Habla con un terapeuta o psicólogo profesional si crees que tu situación es insostenible.
Practica ejercicios de respiración o atención plena (mindfulness) para reducir el estrés.
Muévete con regularidad; el ejercicio es un reductor natural del estrés.
Rellene el formulario, elija un consejero y proceda al pago.
El estrés no es solo un estado mental; tiene un impacto real y medible en nuestra salud física. Por eso, es importante prestar atención a las erupciones cutáneas u otros síntomas físicos que puedan estar relacionados con el estrés. Puede que sea el momento de dar el siguiente paso. En Lavendla, te ponemos fácil reservar una sesión online con uno de nuestros psicólogos o terapeutas cualificados, que estarán a tu disposición para ayudarte a gestionar tu estrés. Juntos haremos más fácil lo difícil.
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Busca y selecciona a un terapeuta en función de sus opiniones, especialización y formación, para asegurarte de encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades.
Elige una sesión de 45, 60 o 90 minutos, o bien un paquete, que te permite tener flexibilidad y control sobre la duración e intensidad de la terapia.
El estrés es una afección común que nos afecta a muchos, independientemente de nuestro estilo de vida o condiciones laborales. Pero es importante entender que el estrés no es inevitable. Los psicólogos y terapeutas utilizan herramientas muy eficaces para ayudarte a controlarlo y mejorar tu calidad de vida. Aquí tienes una guía paso a paso para tratar el estrés:
Escribe las situaciones, personas o tareas que te provocan estrés. Luego, prioriza estos puntos para identificar qué factores estresantes son los más urgentes.
Ponte en contacto con un psicólogo o terapeuta para una evaluación profesional. Hablarás sobre tus síntomas y factores estresantes para elaborar un plan de tratamiento personalizado.
Aprende técnicas básicas de respiración, ejercicios de atención plena (mindfulness) o tapping/havening. Aunque no son soluciones mágicas, estas técnicas ayudan a reducir los síntomas una vez que las dominas.
Los terapeutas suelen recomendar incorporar ejercicio regular en la rutina diaria. El ejercicio libera endorfinas, que reducen el estrés de forma natural.
Mantén una dieta equilibrada y asegúrate de dormir bien. Una alimentación inadecuada y un mal descanso pueden empeorar los síntomas del estrés.
Aprende a decir “no” a tareas o compromisos que aumenten tu nivel de estrés. Utiliza técnicas de planificación para equilibrar trabajo y ocio.
Sigue manteniendo reuniones periódicas con tu psicólogo o terapeuta. Ajusta tu plan de tratamiento según los avances y cualquier nuevo factor estresante que pueda aparecer.