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La ansiedad es un trastorno mental frecuente que puede afectar tanto a adultos como a niños. Aquí le explicamos qué es y cómo buscar ayuda.
La ansiedad es un sentimiento de preocupación, nerviosismo o miedo que suele ser una reacción normal ante la percepción de un peligro. Los niños, al igual que los adultos, pueden sufrir diversas formas de trastornos de ansiedad. Puede convertirse en un problema cuando estos sentimientos son constantes, abrumadores o desproporcionados a la situación, afectando a la vida cotidiana y al bienestar.
La ansiedad puede manifestarse a través de síntomas físicos y psicológicos, como palpitaciones, sudoración, temblores, malestar estomacal, dificultad para concentrarse, irritabilidad y problemas para dormir. Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad social, las fobias específicas y el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), cada uno con sus características y síntomas específicos.
Lo que realmente destacó de nuestra terapeuta fue su empatía genuina y su capacidad de comprensión. No solo tenía un profundo conocimiento sobre la neurodiversidad, sino que también compartía experiencias personales que conectaron con nosotros de inmediato, creando un vínculo de confianza desde el primer momento.
Benedetta Osarenk
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Los niños pueden desarrollar ansiedad por muchas razones diferentes, que a menudo implican una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales. Éstas son algunas de las razones más comunes por las que los niños pueden experimentar ansiedad:
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Es importante recordar que la ansiedad es una enfermedad compleja y que la experiencia de cada niño es única. Comprender las causas subyacentes es un paso importante para proporcionar el apoyo y el tratamiento adecuados. Si un niño muestra signos de ansiedad, hablar con un psicólogo o un médico puede ayudar a identificar las causas y diseñar un plan de tratamiento eficaz.
La ansiedad en los niños puede ser más difícil de identificar que en los adultos porque los niños suelen tener dificultades para expresar sus sentimientos y las razones que los provocan. He aquí algunos signos comunes de ansiedad en los niños:
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Elige una sesión de 45, 60 o 90 minutos, o bien un paquete, que te permite tener flexibilidad y control sobre la duración e intensidad de la terapia.
Es importante comprender que todos los niños experimentan ansiedad de vez en cuando, y que es una parte normal del crecimiento. Sin embargo, cuando la ansiedad interfiere en el funcionamiento diario del niño o le causa un sufrimiento importante, es el momento de buscar ayuda profesional. Un psicólogo infantil o un psiquiatra infantil pueden ofrecer una evaluación y un tratamiento que ayuden al niño a controlar su ansiedad de forma saludable.
El tratamiento de la ansiedad en los niños es individualizado y a menudo implica una combinación de métodos terapéuticos, educación y apoyo tanto para el niño como para la familia. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es el núcleo de muchos programas de tratamiento, en los que el niño aprende a identificar, cuestionar y modificar los pensamientos y comportamientos que le provocan ansiedad. La educación sobre la ansiedad ayuda al niño y a su familia a entender qué es la ansiedad y cómo les afecta.
La educación de los padres también es una parte importante del proceso, ya que los padres aprenden estrategias para apoyar a su hijo de forma eficaz sin reforzar la ansiedad. En algunos casos, también puede recomendarse la terapia familiar para abordar las dinámicas dentro de la familia que pueden afectar a la ansiedad del niño.
Pueden aplicarse intervenciones escolares para proporcionar al niño apoyo adicional en su entorno de aprendizaje y, en casos concretos, puede considerarse la medicación como parte del tratamiento, especialmente cuando la ansiedad es grave y no responde adecuadamente a las intervenciones terapéuticas.
El proceso de tratamiento incluye evaluaciones periódicas para garantizar que satisface las necesidades del niño y se ajusta si es necesario. La colaboración entre terapeutas, médicos, padres y personal escolar es esencial para dar al niño el mejor apoyo posible y las mejores oportunidades de recuperación.
La ansiedad es un sentimiento de preocupación, nerviosismo o miedo que suele ser una reacción normal al percibir algo como peligroso. Los niños, al igual que los adultos, pueden sufrir distintos tipos de trastornos de ansiedad.
Existen distintos tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de pánico, la ansiedad social, las fobias específicas o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), que también pueden afectar a los niños.
Los niños pueden desarrollar ansiedad por muchas razones diferentes, que a menudo implican una combinación de factores biológicos, psicológicos y ambientales.
La ansiedad en los niños puede manifestarse a través de síntomas físicos como dolor de estómago y problemas para dormir, signos emocionales como preocupación excesiva e irritabilidad, retos cognitivos como dificultad para concentrarse y cambios sociales como retraimiento, por lo que es importante prestar atención a estas señales variables.
Para ayudar a los niños con ansiedad, escuche y valide sus sentimientos, cree rutinas predecibles, enséñeles técnicas de relajación, fomente la actividad física y busque ayuda profesional para estrategias adaptadas.
El tratamiento de la ansiedad en los niños implica terapia individualizada, principalmente mediante TCC, y educación para enseñar a los niños y a las familias a comprender y gestionar los efectos de la ansiedad.
El tratamiento se adapta a la naturaleza del problema del niño o de los padres. Puede ser desde unas pocas sesiones hasta un tratamiento más largo de un par de años.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una terapia basada en pruebas que ayuda a las personas a identificar y cuestionar patrones de pensamiento y comportamientos negativos que contribuyen a la mala salud.
Un psicólogo infantil es un profesional licenciado con conocimientos y experiencia en el trabajo sobre el bienestar y la salud mental de niños y padres. Ofrecen terapia y asesoramiento, pero también trabajan con las familias en el apoyo a los padres y a toda la familia cuando es necesario. También colaboran con las escuelas para crear buenas condiciones para el niño.
Es posible acudir a un psicólogo infantil de forma privada. En Lavendla contamos con varios psicólogos con amplia experiencia en el trabajo con niños y jóvenes.
Es posible recibir tratamiento online a través de vídeo. En Lavendla contamos con varios psicólogos infantiles que trabajan de forma digital.
Dependiendo de la edad de su hijo, puede acudir a diferentes servicios. Para niños menores de 6 años, al Barnavårdcentralen (BVC); mayores de 6 años, puede solicitar ayuda a través de su centro médico. Los mayores de 13 años, pueden acudir a la clínica juvenil o al orientador escolar. También puede dirigirse a psiquiatría infantil y adolescente (BUP). En Lavendla contamos con psicólogos infantiles con experiencia que también pueden ayudarte.
Buscar ayuda de un psicólogo infantil es un paso importante cuando un niño tiene dificultades de salud mental. He aquí un breve resumen de cómo puede ser el tratamiento:
Primer paso: Consulta inicial en la que el psicólogo evalúa las necesidades a través de conversaciones con el niño y los padres.
Plan de tratamiento: Se elabora un plan individualizado, basado en la situación y las necesidades específicas del niño.
Tipos de terapia: Un método habitual para los niños más pequeños es la terapia de juego, en la que se utiliza el juego como herramienta de expresión y procesamiento. También pueden ser útiles otros métodos, como la terapia conversacional y la TCC para niños mayores, que se centra en cambiar patrones de pensamiento y comportamientos negativos.
Asesoramiento parental: Los padres reciben orientación y apoyo para ayudar mejor a su hijo en casa.
Seguimiento y ajuste: El plan de tratamiento se evalúa continuamente y se ajusta según sea necesario para garantizar el mejor resultado posible.
Es importante recordar que cada niño es único, por lo que el tratamiento puede variar. Trabajar con un psicólogo infantil puede darle a usted y a su hijo las herramientas necesarias para gestionar las emociones y los comportamientos de forma saludable. En Lavendla contamos con psicólogos infantiles dispuestos a ayudarle a hacer más fácil lo difícil.