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Aquí te ayudamos a entender qué son los trastornos de la conducta alimentaria, cómo se tratan y cómo pueden ayudarte nuestros terapeutas y psicólogos.
Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades mentales complejas que afectan a la alimentación, la autoimagen y el bienestar general de una persona.
Pueden adoptar diversas formas, como la anorexia, la bulimia y los trastornos alimentarios típicos. Aquí queremos darle una idea general de los trastornos alimentarios, las diferentes formas de terapia y el apoyo disponible.
En el Reino Unido, el 12,% de los adolescentes de entre 17 y 19 años padece un trastorno alimentario.
Si tú o alguien que conoces experimentáis los síntomas de un trastorno alimentario, es importante que busquéis ayuda profesional.
Lo que realmente destacó de nuestra terapeuta fue su empatía genuina y su capacidad de comprensión. No solo tenía un profundo conocimiento sobre la neurodiversidad, sino que también compartía experiencias personales que conectaron con nosotros de inmediato, creando un vínculo de confianza desde el primer momento.
Benedetta Osarenk
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La anorexia, o anorexia nerviosa, es quizá la forma más conocida de trastorno alimentario, ya que es una afección que suele asociarse a una pérdida de peso extrema y a una imagen corporal distorsionada. La anorexia tiene varias subcategorías y puede variar de casos leves a graves. Como las personas con anorexia a menudo se esfuerzan por alcanzar un peso corporal irrealmente bajo, puede acarrear graves consecuencias para la salud, incluso la muerte.
La bulimia difiere de la anorexia en varios aspectos, aunque ambas suelen confundirse. Mientras que la anorexia se centra en la inanición, la bulimia implica un ciclo de atracones seguido de diversos métodos para “deshacerse” de las calorías, normalmente mediante el vómito o el ejercicio excesivo.
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Un trastorno alimentario puede adoptar muchas formas psicológicas diferentes, pero algunos síntomas son señales claras. Si reconoce alguno de los síntomas siguientes, podría ser un indicio de que algo no va bien.
Tanto la anorexia como la bulimia pueden tener graves consecuencias físicas y psicológicas. Sin embargo, cada caso requiere un enfoque terapéutico específico. Un profesional sanitario cualificado debe diagnosticarla con cuidado.
Existen varias formas de terapia para el tratamiento de los trastornos alimentarios. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado su eficacia, así como diversos tratamientos médicos y la ayuda de dietistas especializados. Por lo tanto, es importante que cada persona reciba un plan de tratamiento personalizado que atienda sus necesidades particulares.
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Busca y selecciona a un terapeuta en función de sus opiniones, especialización y formación, para asegurarte de encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades.
Elige una sesión de 45, 60 o 90 minutos, o bien un paquete, que te permite tener flexibilidad y control sobre la duración e intensidad de la terapia.
Vivir con una persona que padece un trastorno alimentario puede ser todo un reto. Los terapeutas recomiendan grupos de apoyo y otros recursos para los familiares. El apoyo puede ser muy útil para los familiares, ya que les proporciona tanto más conocimientos sobre lo que pueden ser los trastornos alimentarios como una nueva perspectiva de la enfermedad. También puede ser de gran ayuda para los familiares tener contacto con un terapeuta o psicólogo, tanto para recibir apoyo psicológico para afrontar sus propios sentimientos como para aumentar sus conocimientos.
Los trastornos alimentarios son enfermedades complejas que requieren una atención y un tratamiento individualizados. Ya se trate de anorexia, bulimia u otras formas, es importante buscar ayuda profesional lo antes posible. Si usted o alguien que conoce está luchando contra un trastorno alimentario, no dude en dar el primer paso hacia la recuperación reservando una sesión con uno de nuestros terapeutas especializados.
Un trastorno alimentario es una enfermedad mental compleja que afecta a la conducta alimentaria, la imagen de uno mismo y la salud física de una persona. Los trastornos alimentarios como la anorexia, la bulimia y el trastorno por atracón suelen tener un profundo impacto en la vida cotidiana.
No existe una única causa de los trastornos alimentarios; a menudo se trata de una combinación de factores genéticos, psicológicos y ambientales. Por lo tanto, también pueden influir factores como el estrés, la presión social y los traumas del pasado.
El diagnóstico de los trastornos alimentarios suele realizarse mediante evaluaciones psicológicas y pruebas médicas. Éstas ayudan a descartar otras afecciones médicas subyacentes y a evaluar el perfil psicológico.
La anorexia y la bulimia son distintos tipos de trastornos alimentarios. La anorexia se caracteriza por un miedo extremo a ganar peso y una imagen corporal distorsionada, y la bulimia implica episodios de atracones seguidos de métodos para evitar el aumento de peso, como el vómito o el ejercicio excesivo.
Los trastornos alimentarios afectan a millones de personas en todo el mundo, pero es difícil dar una cifra exacta porque muchos casos no se diagnostican. Sin embargo, son más frecuentes en mujeres que en hombres. También pueden afectar a los jóvenes.
El tratamiento de los trastornos alimentarios puede incluir terapia cognitivo-conductual (TCC), medicación y terapia nutricional. En el proceso de tratamiento suele participar un equipo multidisciplinar de psicólogos, dietistas y médicos.
Sí, los trastornos alimentarios pueden provocar una serie de complicaciones físicas, como problemas cardíacos, insuficiencia renal y osteoporosis. También pueden tener repercusiones negativas en la salud mental, como un mayor riesgo de depresión y ansiedad.
Si sospecha que alguien padece un trastorno alimentario, es importante manejar la situación con cuidado. Anime a la persona a buscar ayuda profesional y evite dar consejos no solicitados sobre la comida o el peso.
Los primeros síntomas pueden variar, pero suelen incluir una obsesión por la comida, el peso y la imagen corporal. Otras señales de alarma pueden ser cambios drásticos en la alimentación, evitar las comidas y aislarse de los amigos y la familia.
Los trastornos alimentarios pueden provocar una serie de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y baja autoestima. La tensión psicológica puede ser importante y a menudo requiere tratamiento especializado.
Sí, hay varios grupos de apoyo y organizaciones que se dedican a ayudar a las personas con trastornos alimentarios. Pueden ser muy útiles tanto para los afectados como para sus familias.
En caso de emergencia mental aguda, llame al 111 o visite 111.nhs.uk inmediatamente.
Si tú o alguien que conoces está luchando contra un trastorno alimentario, no dudes en dar el primer paso hacia la recuperación. Para que te hagas una idea de cómo puede ser el tratamiento, a continuación enumeramos los distintos pasos que pueden darse: