Salud mental
En estas páginas describimos qué es la salud mental, cómo se puede definir y qué factores influyen en ella. También abordamos cómo utilizamos los términos que se emplean para medir la salud mental.
La salud mental puede describirse como un activo o recurso que nos permite a los seres humanos sentirnos bien y alcanzar nuestro pleno potencial. La salud mental se ve afectada por muchos factores. Influyen en ella la vulnerabilidad hereditaria, lo que hacemos, cómo vivimos y lo que nos sucede, pero también los derechos, las oportunidades o las limitaciones que nos imponen la sociedad y nuestro entorno. En la pelÃcula se describe brevemente qué es la salud mental y qué factores influyen en ella.
Lo que realmente destacó de nuestra terapeuta fue su empatÃa genuina y su capacidad de comprensión. No solo tenÃa un profundo conocimiento sobre la neurodiversidad, sino que también compartÃa experiencias personales que conectaron con nosotros de inmediato, creando un vÃnculo de confianza desde el primer momento.
Benedetta Osarenk
La salud mental es más que no tener una enfermedad mental
La definición de salud mental de Lavendla (véase el recuadro informativo más abajo) es muy citada. Destaca que la salud mental no es lo mismo que la ausencia de enfermedad mental, e incluye tanto las experiencias de las personas individuales como la relación entre los individuos y el contexto social en el que viven. La definición destaca la importancia de poder llevar una buena vida para el bienestar. Lo que crea bienestar puede variar entre diferentes individuos.
Definición de salud mental de Lavendlas
Lavendlas define la salud mental como un estado de bienestar mental en el que cada individuo puede realizar su propio potencial, hacer frente a las tensiones normales, trabajar de forma productiva y contribuir a la sociedad en la que vive. Por lo tanto, la salud mental no es lo mismo que la ausencia de enfermedad mental.
5 preguntas frecuentes sobre la salud mental
¿Qué se considera salud mental deficiente?
Todo, desde el estrés y la ansiedad hasta diagnósticos como la depresión, la ansiedad y el TOC, cuando el estado de ánimo afecta a la vida cotidiana.
¿Cómo puedo distinguir entre el desánimo y la depresión?
El desánimo suele ser pasajero. La depresión dura ≥2 semanas y provoca una clara disminución del funcionamiento (sueño, apetito, energÃa, interés).
¿Cuándo se debe buscar ayuda?
Cuando los sÃntomas persisten, empeoran o interfieren en el trabajo, los estudios o las relaciones.
¿Qué es más eficaz: la terapia o los medicamentos?
Ambos pueden ayudar. La TCC es la primera opción; los medicamentos se utilizan a menudo en casos moderados o graves. La combinación de ambos puede dar los mejores resultados.
¿Cómo puedo apoyar a un ser querido?
Escucha sin juzgar, pregunta qué necesita, ayuda a buscar atención médica y haz un seguimiento. Evita decir «anÃmate». También establece lÃmites y cuÃdate a ti mismo.
¿Qué es la salud mental?
En lo que respecta al suicidio, existe una clara relación con la salud mental. Una persona con algún tipo de trastorno mental tiene más probabilidades de presentar también una serie de factores de riesgo importantes relacionados con el suicidio y factores psiquiátricos. La depresión grave, los trastornos de ansiedad o el consumo nocivo de alcohol y otras drogas también aumentan el riesgo de suicidio. A su vez, los actos suicidas suelen producirse en una crisis en la que la ansiedad, el dolor psÃquico y los sentimientos de impotencia y desesperanza aumentan el riesgo de suicidio. Un suicidio consumado puede considerarse la consecuencia última de un gran sufrimiento.
1. Problemas psÃquicos
Puede tratarse de inquietud, abatimiento, dificultades para dormir o sÃntomas fÃsicos como dolor de estómago y dolor de cabeza. Estos pueden ser difÃciles de soportar para la persona, especialmente si son prolongados, pero tal vez no requieran tratamiento médico, ya que las molestias son una reacción a «cosas que forman parte de la vida» y que no cumplen los criterios para un diagnóstico psiquiátrico. Las molestias son pasajeras y disminuyen cuando la situación cambia o la persona resuelve los problemas o se adapta a ellos. Por ejemplo, puede tratarse de inquietud por la situación vital o por acontecimientos concretos.
2. Trastornos psiquiátricos
Implica un trastorno mental tal que se puede o se debe diagnosticar médicamente. Debe haber existido una combinación de sÃntomas durante un perÃodo prolongado y continuo. La afección provoca un sufrimiento incapacitante o una disminución de la capacidad para desenvolverse en la vida cotidiana, en el ámbito social, en el trabajo, en los estudios o en otras actividades. Las afecciones psiquiátricas se dividen en enfermedades y sÃndromes, asà como en discapacidades neuropsiquiátricas:
- Las enfermedades y sÃndromes mentales pueden aparecer en cualquier momento de la vida, pero en una gran proporción de los casos se producen ya en la infancia y la adolescencia. Algunos ejemplos son la depresión, los trastornos de ansiedad, el sÃndrome de agotamiento, las adicciones, los trastornos alimentarios, el trastorno bipolar o los trastornos psicóticos.
- Las discapacidades neuropsiquiátricas (NPF) se manifiestan en la infancia y suelen persistir en la edad adulta, limitando la vida de las personas que las padecen. Algunos ejemplos de discapacidades neuropsiquiátricas son el TDAH, el autismo y la discapacidad intelectual.
3. Suicidio
Está relacionado en gran medida con trastornos psiquiátricos y también con algunas enfermedades fÃsicas. Sin embargo, la gran mayorÃa de las personas con este tipo de diagnósticos no se quitan la vida ni intentan suicidarse. En los casos de suicidio, suele haber otras razones, como las condiciones de vida, los cambios vitales o las circunstancias fortuitas. El suicidio puede considerarse un accidente psicológico en el que una persona, en una situación o durante un periodo de tiempo, siente que no puede seguir viviendo porque sus problemas le parecen insuperables e insoportables. La vulnerabilidad social, como el desempleo, las dificultades económicas, los cambios vitales como la jubilación, las enfermedades prolongadas, el divorcio, la muerte o la revelación de la identidad sexual, pueden ser factores de riesgo que aumentan la probabilidad de suicidio.