Inicio / Terapia / Terapia de pareja / Molesto con mi pareja

¿Te sientes molesto con tu pareja?

Es normal sentirse molesto con tu pareja de vez en cuando. A veces, son cosas pequeñas, como que se haya dejado la leche fuera del frigorífico, y otras veces se trata de problemas más grandes, como la falta de comunicación o la sensación de que no te comprende. Lo importante no es evitar sentir irritación, sino aprender a gestionarla de forma saludablepara que no afecte negativamente a la relación.

¿Por qué me siento irritado? Causas más comunes

La irritación en las relaciones de pareja puede aparecer por muchas razones. Entender de dónde viene es el primer paso para abordarla. A continuación, te explicamos algunas de las causas más habituales y cómo estas pueden influir en vuestra relación:

1. Expectativas no cumplidas

Todos tenemos ideas sobre cómo debería comportarse nuestra pareja. Cuando esas expectativas no se cumplen, es fácil sentir frustración. Por ejemplo, esperabas que recordara una fecha importante y no lo hizo, o pensabas que te apoyaría en una decisión y no fue así.

2. Falta de comunicación

La comunicación es la base de cualquier relación. Cuando falla, surgen malentendidos e irritación. Esto puede ocurrir porque uno no escucha activamente al otro, o porque se evitan conversaciones importantes sobre necesidades y sentimientos.

Factores psicológicos más profundos

  • Factores estresantes personales: El estrés del trabajo, la familia u otras áreas de la vida pueden repercutir fácilmente en la relación, provocando una mayor irritación con la pareja.
  • Puntos desencadenantes inconscientes: A veces el comportamiento de la pareja puede desencadenar sentimientos o recuerdos más profundos e inconscientes, que pueden causar una irritación desproporcionada.
  • Diferencias de valores e intereses: Las diferencias en valores básicos, estilo de vida o intereses pueden provocar irritación, especialmente si uno o ambos miembros de la pareja sienten que sus valores no son respetados o apreciados.

Factores emocionales más profundos

En muchos casos, la irritación no es solo cuestión de lo que ocurre en el día a día, sino que hay otros factores que influyen:

  • Estrés personal: El trabajo, la familia o las preocupaciones cotidianas pueden pasarnos factura y hacer que descarguemos nuestro malestar con nuestra pareja.
  • Puntos desencadenantes inconscientes: A veces, un comportamiento aparentemente inocente puede despertar recuerdos o emociones del pasado que nos resultan dolorosos. Esto hace que reaccionemos de forma exagerada.
  • Diferencias de valores o intereses: Tener valores, estilos de vida o intereses muy distintos puede ser una fuente constante de fricción, sobre todo si uno siente que sus opiniones no son valoradas.

Lo que realmente destacó de nuestra terapeuta fue su empatía genuina y su capacidad de comprensión. No solo tenía un profundo conocimiento sobre la neurodiversidad, sino que también compartía experiencias personales que conectaron con nosotros de inmediato, creando un vínculo de confianza desde el primer momento.

Benedetta Osarenk

Nuestros Profesionales

Haz click aquí para ver todos los psicólogos, terapeutas y coaches.


Causas conductuales

En otros casos, la irritación tiene más que ver con los hábitos y comportamientos del día a día:

  • Hábitos molestos: Detalles cotidianos, como dejar la ropa tirada o el lavabo sucio, pueden acabar resultando insoportables si no se hablan a tiempo.
  • Desequilibrio en la relación: Si uno de los dos siente que está subordinado o que no tiene voz ni voto en la relación, la frustración se acumula.
  • Distancia emocional: Cuando percibes que tu pareja no está disponible emocionalmente o actúa de forma distante, es fácil sentir soledad, enfado o irritación.

Cómo manejar la irritación en la pareja

Sentirse irritado es normal, pero gestionarlo de forma constructiva es fundamental para mantener una relación sana y feliz. Aquí tienes algunas estrategias que te ayudarán a manejarlo:

Identifica la causa real
Pregúntate a ti mismo: ¿Qué me está molestando realmente? A veces, lo que nos irrita no es el comportamiento en sí, sino algo más profundo. Por ejemplo:

  • ¿Es que mi pareja no ha hecho algo concreto o me siento poco valorado en general?
  • ¿Esta situación me recuerda a algo del pasado que aún me afecta?

La comunicación es clave
Hablarlo es fundamental, pero hay que hacerlo de la manera adecuada. Expresa cómo te sientes sin culpar a tu pareja. Usa frases en primera persona, como:

  • “Me siento agobiado cuando no colaboras en las tareas de casa”
    en lugar de
  • “Nunca haces nada y me dejas todo a mí”.

Crea un diálogo positivo

  • Escucha activa: Presta atención de verdad a lo que tu pareja tiene que decir, sin interrumpir y sin preparar mentalmente tu respuesta mientras te habla. Intenta comprender su punto de vista, aunque no estés de acuerdo.
  • Busca soluciones juntos: Hablad sobre cómo podéis resolver el problema de forma conjunta. Quizá ambos podáis hacer pequeños cambios o llegar a un compromiso que os beneficie a los dos.

Reservar una reunión

Rellene el formulario, elija un consejero y proceda al pago.


Autocuidado y perspectiva

Tómate un respiro cuando lo necesites
A veces, alejarte un poco de la situación puede ayudarte a calmarte y ver las cosas con más claridad. Sal a dar un paseo, haz algo que te guste o simplemente pasa un rato a solas. Ese tiempo puede darte el espacio necesario para ordenar tus pensamientos y tus emociones.

Reflexiona sobre tu parte en la situación
Es importante preguntarte si, sin darte cuenta, estás contribuyendo al problema. ¿Es posible que estés proyectando en tu pareja frustraciones que en realidad vienen de otras áreas de tu vida? A veces, reconocer esto puede ayudarnos a gestionar mejor lo que sentimos.

Valora la opción de acudir a terapia de pareja
Si sientes que la irritación es constante o difícil de manejar por ti mismo, la terapia de pareja puede ser una herramienta muy útil. Un terapeuta puede ayudaros a entender las causas reales del problema y a comunicaros de manera más eficaz para resolverlo juntos.

Trabajar la gestión de la ira y la irritación lleva tiempo, paciencia y, en ocasiones, ayuda profesional. Con una comunicación abierta y un compromiso por ambas partes, es posible fortalecer la relación y crear un vínculo más sano y satisfactorio.

¿Por qué acudir a terapia de pareja?

Si sientes que estos momentos de irritación son cada vez más frecuentes y afectan negativamente a tu relación, puede ser el momento de pedir ayuda profesional. La terapia de pareja no solo ofrece un espacio neutral para hablar y comprender lo que está pasando, sino que también os dará herramientas prácticas para afrontar los problemas de forma constructiva.


Pasos para empezar con la terapia de pareja

1. Reconocer el problema

El primer paso es que ambos reconozcáis que hay un problema que merece atención. Quizás discutís más de lo habitual o las pequeñas cosas os llevan a grandes peleas. Reconocerlo no es un signo de debilidad, sino una oportunidad para mejorar.

2. Buscar información juntos

Es importante que los dos estéis involucrados en este proceso. Podéis leer juntos sobre la terapia de pareja, informándoos sobre cómo funciona y qué beneficios puede aportar. En nuestra página web, encontrarás artículos sobre relaciones, comunicación y diferentes enfoques terapéuticos que pueden orientaros.

3. Elegir a un terapeuta

En nuestra plataforma contamos con psicólogos especializados en terapia de pareja. Es fundamental elegir a un profesional con el que os sintáis cómodos y que se ajuste a vuestras necesidades.

4. Pedir cita

Una vez elegido el terapeuta, podéis concertar una primera cita directamente desde nuestra web. Es importante que esta decisión sea conjunta y que ambos estéis comprometidos con el proceso.

5. Prepararos para la terapia

Antes de acudir a la primera sesión, pensad en lo que os gustaría lograr con la terapia. Puedes anotar lo que sientes, las situaciones que más te preocupan o tus expectativas. Esto te ayudará a expresarte con mayor claridad.

6. Participar activamente

La terapia es un trabajo en equipo. Es esencial que los dos estéis dispuestos a escuchar, reflexionar y compartir vuestros pensamientos y sentimientos. El terapeuta os guiará, pero el cambio vendrá de vosotros.

7. Seguir comunicándoos en casa

Después de cada sesión, aprovechad para hablar sobre lo que habéis aprendido y cómo os habéis sentido. Esto os ayudará a reforzar vuestra comunicación y a aplicar los cambios necesarios en vuestro día a día.

Buscar ayuda es un acto de valentía

Decidir acudir a terapia de pareja demuestra compromiso y un deseo real de mejorar la relación. A través de este proceso, no solo aprenderéis a manejar mejor la irritación, sino que también podréis construir una relación más sólida y saludable.

En nuestra plataforma, te lo ponemos fácil:

  • Encuentra a un terapeuta cualificado.
  • Reserva tu cita online de forma rápida y sencilla.
  • Da el primer paso hacia una relación más feliz y armoniosa.

Resumen práctico: cómo empezar

  1. Reconocer el problema: Admitir que la irritación está afectando a la relación.
  2. Buscar información: Leed sobre terapia de pareja juntos.
  3. Elegir un terapeuta: Encontrad a un profesional con el que os sintáis cómodos.
  4. Concertar una cita: Reservad la primera sesión a través de nuestra web.
  5. Prepararse: Pensad en vuestros objetivos y preocupaciones antes de empezar.
  6. Participar activamente: Implicaos en el proceso de manera abierta y honesta.
  7. Mantener la comunicación: Habláis sobre lo aprendido y aplicadlo en vuestro día a día.

La irritación en pareja es algo común, pero no tiene por qué convertirse en un problema insuperable. Si sentís que la situación os supera, recordad que pedir ayuda no es un fracaso, sino un paso hacia adelante. Estamos aquí para acompañaros en este camino hacia una relación más fuerte y feliz.


mariana kayat, lavendla therapy

Escrito por marianakayat

Mariana es psicóloga y mediadora en Barcelona, con experiencia en diversas áreas como el crecimiento personal, el bienestar emocional, las relaciones interpersonales y la resolución de conflictos.