4,7 sobre 5 en más de 6000 opiniones
Miles de personas confían en Lavendla Therapy por su compromiso con un servicio y apoyo excepcionales.
En este espacio queremos ayudarte a entender qué son los trastornos de la conducta alimentaria, cómo se tratan y de qué manera nuestros terapeutas y psicólogos pueden apoyarte en este camino.
Los trastornos de la conducta alimentaria son problemas emocionales y psicológicos muy complejos que afectan cómo te relacionas con la comida, con tu cuerpo y contigo mismo.
Pueden manifestarse de diferentes formas, como la anorexia, la bulimia o los trastornos alimentarios atípicos. Nuestro objetivo es ofrecerte información clara y cercana sobre estos problemas, así como las opciones de tratamiento y apoyo que tienes a tu alcance.
En España, cada vez más adolescentes y jóvenes se enfrentan a este tipo de dificultades. Por eso es tan importante estar informado y saber que pedir ayuda no solo es valiente, sino el primer paso para sentirte mejor.
Si tú o alguien a quien quieres estáis pasando por esto, no estáis solos. Buscar apoyo profesional puede marcar la diferencia.
Lo que realmente destacó de nuestra terapeuta fue su empatía genuina y su capacidad de comprensión. No solo tenía un profundo conocimiento sobre la neurodiversidad, sino que también compartía experiencias personales que conectaron con nosotros de inmediato, creando un vínculo de confianza desde el primer momento.
Benedetta Osarenk
Haz click aquí para ver todos los psicólogos, terapeutas y coaches.
La anorexia, o anorexia nerviosa, es posiblemente el trastorno alimentario más conocido. Se caracteriza por una pérdida de peso extrema y una percepción distorsionada del cuerpo. Este trastorno tiene distintas variantes y puede ir desde casos más leves hasta situaciones muy graves. Las personas con anorexia suelen esforzarse por alcanzar un peso corporal irrealmente bajo, lo que puede tener consecuencias muy serias para la salud, incluso llegar a ser mortal.
La bulimia es diferente de la anorexia, aunque a veces se confunden. Mientras que la anorexia suele implicar una restricción extrema de alimentos, la bulimia se caracteriza por episodios de atracones seguidos de comportamientos para “compensar” lo comido, como provocarse el vómito o hacer ejercicio en exceso.
Rellene el formulario, elija un consejero y proceda al pago.
Los trastornos alimentarios pueden presentarse de muchas formas, pero hay algunas señales que pueden indicar que algo no va bien. Si te sientes identificado con alguno de estos síntomas, puede ser momento de buscar ayuda:
Aunque tanto la anorexia como la bulimia pueden tener graves consecuencias para la salud física y emocional, cada caso es único y requiere un tratamiento adaptado. Por eso es tan importante que un profesional de la salud evalúe la situación y diseñe un plan de apoyo personalizado.
Hay muchas maneras de abordar los trastornos alimentarios. La terapia cognitivo-conductual (TCC) es una de las más efectivas, pero también es importante contar con apoyo médico y dietético. Lo fundamental es que el tratamiento se adapte a tus necesidades, porque cada persona es diferente.
Miles de personas confían en Lavendla Therapy por su compromiso con un servicio y apoyo excepcionales.
Busca y selecciona a un terapeuta en función de sus opiniones, especialización y formación, para asegurarte de encontrar la opción que mejor se adapte a tus necesidades.
Elige una sesión de 45, 60 o 90 minutos, o bien un paquete, que te permite tener flexibilidad y control sobre la duración e intensidad de la terapia.
Vivir con una persona que padece un trastorno alimentario puede ser todo un reto. Los terapeutas recomiendan grupos de apoyo y otros recursos para los familiares. El apoyo puede ser muy útil para los familiares, ya que les proporciona tanto más conocimientos sobre lo que pueden ser los trastornos alimentarios como una nueva perspectiva de la enfermedad. También puede ser de gran ayuda para los familiares tener contacto con un terapeuta o psicólogo, tanto para recibir apoyo psicológico para afrontar sus propios sentimientos como para aumentar sus conocimientos.
Sabemos que enfrentarte a un trastorno alimentario no es fácil, pero también queremos que sepas que no tienes que hacerlo solo. Ya sea anorexia, bulimia u otro trastorno, dar el primer paso para pedir ayuda puede cambiar tu vida. Si necesitas apoyo, estamos aquí para acompañarte. Puedes reservar una sesión con uno de nuestros terapeutas especializados cuando tú decidas.
Un trastorno alimentario es una condición psicológica compleja que afecta a la relación con la alimentación, la percepción de la propia imagen y la salud física. Trastornos como la anorexia, la bulimia o el trastorno por atracón pueden tener un impacto profundo en la vida cotidiana de quien los padece.
No existe una única causa de los trastornos alimentarios; a menudo se trata de una combinación de factores genéticos, psicológicos y ambientales. Por lo tanto, también pueden influir factores como el estrés, la presión social y los traumas del pasado.
El diagnóstico de los trastornos alimentarios suele realizarse mediante evaluaciones psicológicas y pruebas médicas. u00c9stas ayudan a descartar otras afecciones médicas subyacentes y a evaluar el perfil psicológico.
La anorexia y la bulimia son distintos tipos de trastornos alimentarios. La anorexia se caracteriza por un miedo extremo a ganar peso y una imagen corporal distorsionada, y la bulimia implica episodios de atracones seguidos de métodos para evitar el aumento de peso, como el vómito o el ejercicio excesivo.
Los trastornos alimentarios afectan a millones de personas en todo el mundo, pero es difícil dar una cifra exacta porque muchos casos no se diagnostican. Sin embargo, son más frecuentes en mujeres que en hombres. También pueden afectar a los jóvenes.
El tratamiento de los trastornos alimentarios puede incluir terapia cognitivo-conductual (TCC), medicación y terapia nutricional. En el proceso de tratamiento suele participar un equipo multidisciplinar de psicólogos, dietistas y médicos.
Sí, los trastornos alimentarios pueden provocar una serie de complicaciones físicas, como problemas cardíacos, insuficiencia renal y osteoporosis. También pueden tener repercusiones negativas en la salud mental, como un mayor riesgo de depresión y ansiedad.
Si sospechas que alguien padece un trastorno alimentario, es importante manejar la situación con cuidado. Anima a la persona a buscar ayuda profesional y evita dar consejos no solicitados sobre la comida o el peso.
Los primeros síntomas pueden variar, pero suelen incluir una obsesión por la comida, el peso y la imagen corporal. Otras señales de alarma pueden ser cambios drásticos en la alimentación, evitar las comidas y aislarse de los amigos y la familia.
Los trastornos alimentarios pueden provocar una serie de problemas de salud mental, como depresión, ansiedad y baja autoestima. La tensión psicológica puede ser importante y a menudo requiere tratamiento especializado.
Sí, hay varios grupos de apoyo y organizaciones que se dedican a ayudar a las personas con trastornos alimentarios. Pueden ser muy útiles tanto para los afectados como para sus familias.
En caso de emergencia mental aguda, llama al 112 inmediatamente.
Si estás enfrentando un trastorno alimentario o conoces a alguien que lo esté, aquí te explicamos cómo podría ser el proceso de tratamiento:
Una primera reunión con un especialista para hablar de cómo te sientes, tus síntomas y tu historia.
2. Evaluación diagnóstica
Una revisión médica y psicológica en profundidad para entender qué está pasando.
3. Plan de tratamiento
Diseño de un plan personalizado que incluya a los profesionales necesarios: psicólogos, médicos y dietistas.
4. Psicoterapia
Terapias como la cognitivo-conductual (TCC), la terapia familiar u otras opciones adaptadas a ti.
5. Seguimiento médico
Controles periódicos para asegurarse de que tu salud física está evolucionando bien.
6. Terapia nutricional
Trabajo conjunto con un dietista para encontrar una relación sana y equilibrada con la comida.
7. Grupos de autoayuda y apoyo
Participar en grupos donde compartir experiencias y encontrar comprensión.
8. Seguimiento y evaluación
Revisiones constantes para ajustar el tratamiento según tus necesidades.
9. Seguimiento a largo plazo
Acompañamiento continuo para asegurarnos de que te mantengas bien a largo plazo.
10. Cambios en el estilo de vida
Trabajar contigo para construir hábitos que te ayuden a sentirte mejor y prevenir recaídas.